Los padres y las escuelas pueden contribuir en gran medida a que los niños realicen un juego que apoye su desarrollo social, emocional e intelectual.
- Alentando y valorizando el juego que es adecuado para la edad, intereses y necesidades individuales de los niños.
- Ayudando a que los niños incorporen en el juego sus propias experiencias.
- Eligiendo con cuidado los juguetes que sean adecuados para su edad.
- Haciendo que el niño tenga tiempos de juegos regulares e ininterrumpidos.
- Creando y equipando ambientes que ayuden a los niños a iniciar y mantener juegos que tengan sentido.
- Trabanjo para contrarrestar los estereotipos de género, raciales, culturales y la violencia que caracteriza a muchos juguetes. Ayúdelos a incorporar en el juego sus propias ideas, creatividad e imaginación.
Fuente: Revista Mundo celeste
Fuente: Revista Mundo celeste
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